En el momento en que llegan a la estación de servicio, su vehículo ya había sido controlado tres veces en Francia, según BFM TV. La policía les pidió los papeles en el segundo control. En el tercero, Abdeslam llegó a dar su verdadera dirección en el conflictivo distrito belga de Molenbeek, pero en ese momento el yihadista todavía no estaba siendo buscado.
El trío permaneció cerca de 12 minutos en la gasolinera y, según el abogado de uno de los detenidos, tanto Abdeslam como Attou, que entró con él a la tienda mientras Amri llenaba el depósito, tenían los ojos hinchados porque habían fumado marihuana.
Salah Abdeslam, a la izquierda, y Hamza Attou el pasado 14 de noviembre. / REUTERS
Los dos cómplices, acusados de participar en el atentado yihadista y de pertenecer a una organización terrorista, llevaron a Abdeslam,que aún no ha sido localizado, al distrito belga de Laeken. Las autoridades creen que el fugitivo fue el encargado de la logística de los terroristas que atentaron en París, donde murieron 130 personas y otras 350 fueron heridas.
EP / VISIÓN GLOBAL